Tipos de quiebra y sus diferencias: capítulo 7, capítulo 11 y capítulo 13

La quiebra constituye una vía legal que ofrece alivio a individuos y empresas que luchan con cargas de deuda abrumadoras. Comprender los diversos tipos de quiebra es esencial para aquellos que consideran esta opción. Los Estados Unidos reconocen tres tipos principales: Capítulo 7, Capítulo 11 y Capítulo 13, cada uno adaptado a objetivos y demografías distintas.

La quiebra del Capítulo 7, conocida como "quiebra de liquidación", implica vender los activos no exentos de un deudor para reembolsar a los acreedores. Tanto individuos como empresas pueden buscar alivio bajo el Capítulo 7, siempre que cumplan con criterios específicos de ingresos y activos. Esta forma de quiebra otorga un nuevo comienzo al absolver la mayoría de las deudas no garantizadas como saldos de tarjetas de crédito y facturas médicas, aunque puede requerir la renuncia de ciertos activos. Los procedimientos del Capítulo 7 suelen ser rápidos y sencillos, y a menudo concluyen en unos pocos meses.

En contraste, la quiebra del Capítulo 11 se dirige principalmente a empresas, pero también puede ser utilizada por individuos con deudas significativas. A diferencia del Capítulo 7, el Capítulo 11 se centra en la reorganización en lugar de la liquidación. Las empresas que atraviesan el Capítulo 11 crean un plan para reestructurar deudas y operaciones mientras continúan operando bajo supervisión judicial. Esto les permite renegociar contratos, reducir operaciones y potencialmente surgir como una entidad más sólida. El Capítulo 11 es complejo y costoso, por lo que es más adecuado para empresas más grandes con activos y pasivos sustanciales.

La quiebra del Capítulo 13 atiende a individuos con ingresos estables que tienen como objetivo liquidar sus deudas gradualmente sin renunciar a sus activos. Apodado el "plan del asalariado", el Capítulo 13 implica elaborar una estrategia de pago que abarca tres a cinco años. Esta estructura permite a los deudores rectificar los pagos hipotecarios o de automóviles atrasados mientras protegen sus posesiones. A diferencia del Capítulo 7, el Capítulo 13 no implica la venta de activos. Es ideal para individuos que enfrentan ejecuciones hipotecarias o embargos y que tienen un ingreso estable y desean evitar perder sus hogares o vehículos.

En conclusión, las diferencias entre la quiebra del Capítulo 7, Capítulo 11 y Capítulo 13 radican en sus requisitos de elegibilidad, objetivos y resultados. Comprender estas disparidades es vital para individuos y empresas que navegan por desafíos financieros y luchan por alcanzar el equilibrio financiero.